DUDAS FRECUENTES (FAQ) – Micelio y Producción de Hongos

El micelio es el aparato vegetativo del hongo, la parte que absorbe los nutrientes del entorno para permitir que el organismo crezca y se desarrolle. Se trata de una red de finos filamentos, llamados hifas, que se ramifican y entrelazan bajo tierra o dentro de un sustrato, como la madera o la materia orgánica en descomposición.

Componentes y función

• Hifas: Cada hifa es un filamento que conforma el cuerpo del hongo. El micelio está compuesto por una masa de estas hifas que, en conjunto, pueden expandirse por una gran superficie.

• Absorción de nutrientes: El micelio explora su entorno para descomponer la materia orgánica y obtener los nutrientes necesarios para el crecimiento del hongo. Segregan enzimas digestivas que descomponen la materia en partes más pequeñas que luego son absorbidas.

• Cuerpo fructífero: En condiciones adecuadas, el micelio puede formar una estructura reproductiva que se hace visible, conocida como el cuerpo fructífero, o más comúnmente, la seta.

• Red de comunicación: Al igual que una red de internet, el micelio puede crear conexiones con otras plantas y árboles, facilitando el intercambio de nutrientes e información.

Tipos de micelio

• Micelio vegetativo: Es la parte que se encarga de la absorción de alimentos, creciendo dentro del sustrato.

• Micelio aéreo: En algunos hongos, una parte del micelio se proyecta sobre el sustrato para la reproducción y dispersión de esporas.

Relación con la seta o sombrero Es importante entender que el hongo es el organismo completo, y la seta que vemos es solo una parte de él. Mientras la seta es el cuerpo fructífero encargado de la reproducción, el micelio es la red subterránea que constituye la mayor parte de la masa del organismo.

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El micelio es tejido fúngico viable listo para colonizar, mientras que las esporas son células reproductivas. El cultivo con micelio es más rápido, seguro y uniforme que con esporas.

El micelio puede obtenerse a partir de esporas en laboratorio o por clonación de cuerpos fructíferos, asegurando trazabilidad genética y mayor rendimiento en cultivo comercial.

El micelio es sensible a temperaturas superiores a 28 °C, lo que puede provocar su muerte. Se recomienda mantener el sustrato entre 20 y 24°C para un desarrollo óptimo.

El micelio es sensible a temperaturas superiores a 35-40°C, lo que puede provocar su muerte. Se recomienda mantener el sustrato entre 20 y 28°C para un desarrollo óptimo

Lo ideal es mantener el micelio refrigerado entre 2 y 8°C, asegurando buena ventilación y evitando exposición prolongada al calor o la luz solar directa.

El micelio contribuye a la descomposición de materia orgánica, la fertilidad del suelo y, en consumo humano, a la producción de compuestos funcionales y nutrientes en los hongos cultivados.

El micelio de determinados hongos tiene compuestos bioactivos y puede aportar beneficios inmunológicos, antioxidantes y de salud intestinal, aunque generalmente se consume el cuerpo fructífero del hongo.

Es fundamental la higiene (manos, materiales, ambiente), usar insumos esterilizados y evitar exposición del micelio a mohos, bacterias y condiciones no controladas.